La Caperucita Multicolor

Parece que la animación lectora que ha realizado Jaume estas últimas semanas, ha sido motivo de inspiración para algunos de nuestros alumnos. Es maravilloso ver cómo escriben, y como lanzan su imaginación a volar. Sobre todo es de admirar como absorben las ideas que el maestro les da y que se reflejan en sus cuentos. En este en particular, especial atención al comienzo del cuento.

La Caperucita Multicolor

Érase una vez de muchas veces que han habido Caperucitas de muchos colores y cada una expresaba un sentimiento.

Un buen día la Caperucita quiso ir al bosque a coger algunas flores, mientras iba hacia el bosque pensaba en uno de aquellos colores, el amarillo, el color de la amistad y la felicidad, esas bonitas flores eran para la abuelita que estaba  muy enferma.

Cuando llegó a aquel bonito prado de flores se quedó parada pensando en cuál de aquellas flores  sería la que le gustaría más a su abuelita. Pensó en una violeta , ese color era el de la esperanza para que su abuelita se mejorara, después en un verde, el color de la libertad. Mientras buscaba las flores en aquel prado, Caperucita se cayó al suelo y se quedó allí inconsciente.

Cerca de aquel prado vivía un leñador en su casita de madera. Un día que salió a cortar leña vio a Caperucita, la cogió en brazos y se la llevó a su casa. El leñador la acostó en su cama hasta que se recuperó.

Cuando Caperucita se despertó, no sabía dónde estaba, pensaba en colores, en muchos colores, tantos que Caperucita se empezaba a marear. El leñador vio como se despertaba y le preguntó cómo se llamaba su madre. Ella le dijo que no tenía madre, que ya murió hace tiempo por la gran helada que hubo en invierno.

El leñador le dijo que le podría acoger en su casa hasta que mejorara. Caperucita aceptó y  se quedó en su casa durante unos días. Caperucita preparaba la comida, limpiaba la casa… Durante esos días pensaba en muchos colores como el naranja, color de la alegría o rosa de la felicidad.

Un día Caperucita se despertó, preparó el desayuno y el buen hombres se fue al bosque. Caperucita seguía con sus tareas, llegó la tarde y el leñador no regresaba a casa, se puso a pensar en colores tristes como el gris o el negro. Pasaron muchos días y el leñador no volvía a casa, Caperucita decidió volver a casa de su abuelita.

Siguió el largo camino y mientras lo recorría, vio unas bonitas flores rojas, este color le recordaba el amor que tenia por su abuela, cogió unas cuantas para regalárselas y siguió su camino.

Transcurría el tiempo y  aceleró el paso, no podría llegar a casa de su abuela antes de anochecer, se puso a pensar en el color gris pero no perdió la esperanza. Continuó caminando sin parar hasta llegar a casa de su abuela.

Al llegar le contó toda su aventura y le dio las flores rojas que para ella había cogido en el bosque. Desde ese día no volvió a adentrase en el bosque ella sola.

Y cuento contado ya se ha acabado y los colores se quedan en las flores.

Autors: Clara Q., Carmen P., Óscar L., José R.

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