Que tesoro más valioso,
tener unos abuelos conmigo,
es de lo más curioso,
tenerlos como unos buenos amigos.
Mis abuelos con sus años
nunca se cansan por nada,
seguro que tienen sus daños
pero ellos están como un hada.
Siempre dispuestos a ayudar,
y a ser el mejor juego,
Sé que los tengo que cuidar,
y por eso mi amor les entrego.
Mis avances como nieto
hacen reír a mis abuelos
su risa de amuleto,
me hace llorar de consuelo.
¡Abuelos, cuanto os quiero!
les digo con cariño.
¡Y yo a tí, mi niño!,
me dicen con esmero.
FIN
Hoy nuestros queridos abuelos han venido por la tarde y tras una pequeña celebración, han subido a nuestras aulas donde les hemos bailado y cantado. Además les hemos ofrecido unas galletitas, que hemos terminado comiéndonoslas nosotros.
¡Que ricas!
Además les hemos obsequiado con una postal.
