Hace ya meses que empezamos nuestro proyecto Félix sobre las aves. Hemos Llegado al final de un camino lleno de acontecimientos emocionantes. Tras estudiar el buitre común, y de aprender cómo se hace el seguimiento de aves para estudiarlas y protegerlas, hace un par de semanas nos visitó por segunda vez el amigo Àlvar Seguí Llopis. Hace años que colabora con nosotros en los proyectos y seguimos confiando en él para acercar la naturaleza a nuestros alumnos. En esta ocasión vino a hablarnos de un tema realmente interesante: la reproducción de las aves.
Nos explicó cómo se reproducen los animales en general y más concretamente cómo es la reproducción de la codorniz. Esta pequeña gallina salvaje, ha sido la protagonista de nuestro proyecto durante las últimas semanas en clase. Nos explicó sus diferencias particulares respecto de su pariente doméstica. Vimos que las aves que nidifican en el suelo se desarrollan más rápidamente. El principal motivo es que son más vulnerables para sus depredadores.
Y así introducimos el concepto de cadena trófica para presentar otro de los protagonistas del emocionante proyecto: el cernícalo. Un ave rapaz muy pequeña que tiene como principal fuente de alimentación a la codorniz. Esta maravillosa ave, sobrevoló nuestras cabezas en una demostración de vuelo magistral de la mano de su cuidador. Fue espectacular.
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Al principio de este viaje, recordamos que diseccionamos una gallina y nos fijaron en su aparato reproductor. Es muy parecido al nuestro, aunque el proceso final se produce de forma externa. Para poder comprender mejor este proceso, llevamos a clase una incubadora con huevos de codorniz para ver el desarrollo en directo del nacimiento de los polluelos.
Durante 18 días teníamos el objetivo de cuidarlos para que nacieran los polluelos que finalmente volverían a la granja de donde vinieron. Semanas de especial expectación en el cole para ver la evolución de los huevos, controlando en todo momento la humedad y la temperatura de la incubadora.
Y por fin, antes de las vacaciones de navidad, hemos sido protagonistas de un evento maravilloso. Hemos presenciado en directo el milagro de la vida. Tras semanas de cuidados y de eco-grafías para ver si estaban fecundados y para poder seguir el proceso de gestación del polluelo, uno de ellos ha decidido romper la cáscara y deleitarnos con sus primeros cantos.
Ha sido una sorpresa muy grande porque enseguida varios de ellos han seguido los pasos del hermano mayor. Nos hemos sentido padres por primera vez. Gracias a esta actividad hemos comprendido mejor el aparato reproductor en los pájaros y hemos podido compararlo con el de los humanos.
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