El verano dio paso a la estación en la que la actividad en el huerto disminuye considerablemente. Pero es para nosotros el momento en el que volvemos al cole, y nos enfrentamos con gran entusiasmo al reto de preparar nuestra particular temporada agrícola. En octubre empezamos desbrozando, arrancando los restos de las plantas que ya sucumbieron tras la estación estival. Sólo las plantas de ciclo anual como las fresas y las hierbas aromáticas, resistirán la climatología de los próximos meses.
El trabajo en equipo del grupo de chavales del PAE (Programa de Acompañamiento Escolar), es muy eficiente, y tras repartir las tareas principales, la terraza del cole empieza a oler a tierra húmeda.
Una de las actividades con la que más hemos disfrutado ha sido con la preparación de las nuevas mesas de cultivo. Este año disponemos de dos más. Unas mesas creadas a partir de materiales totalmente reutilizados y respetuosos con el entorno. Antiguos depósitos de fábricas que, tras una vida más o menos útil, vuelven a ser realmente necesarias para nosotros. Colocados sobre un viejo palé, remachados y recubiertos con cañizo natural, se han convertido en los protagonistas de nuestras terrazas.
Con una buena combinación de turba, fibra de coco y humus de lombriz ecológico, hemos conseguido la composición perfecta para que nuestras plantas cuenten con todos los nutrientes que necesitan para crecer fuertes y sanas. Y lo mejor: sin ningún tipo de químico.
Hemos rematado el trabajo colocando el circuito de riego por goteo, controlado por un temporizador automático que nuestro experto en fontanería Julio, nos ha preparado, para hacer un uso responsable de nuestro bien más preciado: el agua.
