Empieza el Proyecto de Acompañamiento Escolar con algunas caras nuevas, y un montón de actividades en las que lo más importante es el desarrollo de las habilidades sociales y las destrezas que en los diferentes talleres vamos adquiriendo.
En el taller de HUERTO y ECOLOGÍA, hemos arrancado con la ya tradicional CONSERVA de TOMATE. Sin duda, una de las mejores actividades del año, por lo que respecta a la posibilidad de aprovechar al máximo lo que la naturaleza nos regala. Pero también por mantener la tradición de nuestros mayores y desarrollar en equipo una tarea laboriosa y delicada.
Como no podía ser de otra manera, hemos contado con la colaboración de dos súper mamis: Loles e Isabel. Dos auténticas expertas conserveras, que no han dudado en enseñarnos sus habilidades a todo el grupo. ¡Un auténtico lujo!
A finales de septiembre conseguimos una importante cantidad de los últimos tomates de la temporada, y decidimos embotarlos para conservarlos durante el invierno.
Los pasos que seguimos fueron los siguientes:
- Introducimos en una olla de agua caliente los tomates para escaldarlos. A continuación, los metimos en agua fría. Gracias a este contraste de temperatura, la piel se arruga más fácilmente, y con la parte posterior de la hoja de un cuchillo, pelamos todos los tomates.
- Esterilizamos los botes de vidrio, tanto los frascos como las tapas. Esto lo realizamos con una olla grande y agua hirviendo durante unos minutos.
- Cortamos los tomates a trozos, tratando de eliminar en la medida de lo posible el exceso de agua e introduciéndolos en los botes a presión para que no quede aire. La idea era llenar al máximo los botes de tomate y acabar de llenar el espacio disponible con aceite de oliva para que no quede nada de aire en su interior.
- Cerramos los botes herméticamente de inmediato y los pusimos en una olla con abundante agua para hervirlos durante 30′. La cocinera Pepi, nos ayudó en este proceso tan delicado. Durante 24h los dejamos reposar dentro de la olla.
Eso fue todo, al día siguiente cada uno de nosotros nos llevamos nuestro bote de tomate para degustarlo en compañía de nuestras familias. Y a comparar con el de nuestras abuelas…
