
Durante el transcurso de varias semanas los alumnos han ido aprendiendo los árboles más significativos de los cristianos como son: el ciprés, la higuera, el olivo, la encina, y para finalizar, la vid. Cada semana los alumnos debían plasmar estos conocimientos en sus cuadernos de campo, donde han quedado plasmados verdaderas obras de arte. Además del cuaderno de campo, cada alumno debía realizar en sus casas, un árbol genealógico de su familia en particular, dejando que la imaginación jugará un papel importante para realizarlo. Y para finalizar, cada alumno dispuso desde noviembre de una encina, que debía cuidar en su casa hasta que empezáramos el proyecto realizando todos los cuidados pertinentes. Una parte muy esencial era que los alumnos se reflejasen en cada árbol y que se diesen cuenta de la importancia que tienen dar buenos frutos y crecer sanos con ayuda de Dios.


Aquí os dejamos un vídeo de la excursión. Esperamos que os guste.








