La guinda a una semana de aventura ha sido pasar noche en el refugio de montaña del Montcabrer. Tras tres días practicando diversas actividades de aventura: tiro con arco, escalada, orientación, rápel,… Nos hemos puesto la mochila a la espalda, para vivir la experiencia de pasar noche en uno de los lugares más mágicos que encierra nuestro entorno.
Desde la estación de tren de Alcoy, nos hemos desplazado hasta la vecina localidad de Agres, para empezar nuestro ascenso a la montaña más alta de nuestra comarca. Es curioso ver como la Sierra de Mariola desde la cara que mira al norte, parece otra montaña. Ya en la vieja estación de Agres, nos hemos puesto a caminar en dirección al pueblo, en un exigente trayecto de pendiente positiva desde los primeros kilómetros.
Después de cruzar el pueblo, y sus numerosas fuentes, llegamos al Convento para coger la senda que nos llevaría hasta el refugio. 2 horas de ascensión que pasaron volando entre batallas y risas con los compañeros y profesores.
Aprovechando la recién restaurada Cava Gran nos acercamos a ver uno de los símbolos más representativo de nuestras montañas, y por supuesto, de nuestras tradiciones. La huella de uno de los oficios antiguos que caracterizó la actividad humana de nuestros antepasados. Un lujo poder acceder dentro de la misma, que sin duda, nos ayuda a entender cómo se llevaba a cabo el trabajo de Els nevaters.
Ya por la noche, después de cenar alrededor del fuego, y compartir historias de nuestras tierras, como la leyenda de Mariola y la pantera en boca de nuestro amigo J.L.Sanz, realizamos balance de lo que habían sido estos tres días de semana cultural. Valoraciones y propuestas de mejora para futuras ediciones.
Antes de meternos en el saco, decidimos hacer una pequeña excursión a la casa del guarda, con el objetivo de disfrutar de la magia de contemplar y sentir la naturaleza de noche. También pudimos visualizar desde las alturas las luces de las poblaciones más cercanas y la inmensidad del resto de montañas que tenemos a nuestro alrededor.
Refugio Montcabrer on PhotoPeach
Por la mañana, desayunamos y sin perder mucho tiempo salimos del refugio rumbo al Montcabrer. Después de 45′ de marcha, nos encontramos con una grata sorpresa: un pequeño rebaño de cabras montesas nos esperaban en la escarpada pared de la cima de la montaña. Unas cuantas fotos con nuestras compañeras, y descenso hacia Alcoy para llegar a medio día al colegio.
Sin duda, una experiencia que no olvidaremos fácilmente y que nos ha permitido acercarnos a la naturaleza, valorándola y respetándola para poder disfrutar todos de ella.
